viernes, 22 de mayo de 2015


EDUCACIÓN SEXUAL 


La Educación Sexual
La educación sexual debe ser incluida en el aula o sala explícita y regularmente. ¿Por qué? Los chicos crecen, se desarrollan, cambian sus preguntas, se preocupan. De manera tal que la educación sexual debe ser permanente, habitual, tan natural como la lecto-escritura. A ningún docente ni directivo de una escuela se le ocurriría organizar la gran charla en tal grado, o invitar a un panel de especialistas en cada ciclo escolar para explicarles las preposiciones a sus alumnos/ as.
¿Qué entendemos por sexualidad?   
Nos vamos a referir a la sexualidad como un concepto que integra la historia personal de cada individuo, incluyendo su contexto histórico y sociocultural, sus cuerpos, sentimientos y emociones. Como bien sabemos, los afectos, los deseos, las conductas sexuales, las fantasías ocupan un espacio muy importante en la vida de las personas y de los grupos sociales. De ahí, que no nos vamos a referir a la sexualidad como una función solamente biológica.
Obviamente, los y las Homo sapiens somos individuos sexuados desde el enfoque biológico, pero dentro del concepto de sexualidad consideramos también los aspectos social, ético, psicológico y sanitario. Consideramos “sexualidad” al conjunto de procesos emocionales y comportamentales en relación al sexo; interviene en todas las etapas del ciclo de vida de un individuo a lo largo de su desarrollo.
 ¿A qué edad comenzar la educación sexual de los chicos y chicas?
Un bebé tiene la capacidad fisioló- gica y psicológica que le permite obtener placer en el contacto táctil (piel a piel). Así, su mucosa bucal y toda su piel en general, es sensible al contacto con superficies cálidas y de textura suave. El bebé va construyendo su sexualidad a partir de los contactos corporales (táctiles, visuales, auditivos, gustativos) con la mamá (o en su defecto otro adulto-bebé). Por otra parte, los bebés de ambos sexos, experimentan placer tocándose sus genitales. Entre los tres y cuatro años los chicos y chicas juegan “al doctor” investigando cómo es su amigo/ a de otro sexo. Se quieren mirar a sí mismos, y a sus amiguitos. Se trata de un juego bastante común, que les permite interactuar y descubrirse. Los chicos y chicas pueden y tienen derecho a aprender acerca de su cuerpo y su sexualidad de manera seria y actualizada desde muy temprana edad.

¿Por qué Educación Sexual en la familia? ¿Por qué Educación Sexual en la escuela?
Los chicos y chicas de 6 y 7 años, formulan preguntas acerca de las diferencias entre los cuerpos de mujeres y varones, entre sus cuerpos y el de su mamá o papá. Por ejemplo:¿por qué las nenas tenemos tetas chiquitas y no tetas grandes como la de las mamás?”. También les interesa “Su origen”: “¿Cómo nace el bebé en la barriga?”;“¿cómo es esa semilla para que nosotros salgamos?”; “¿cómo se une mi hermanito al ombligo de mi mamá?”;“¿cómo hace mi papá para meter la semillita en la panza de mi mamá?”;“¿cómo le nacen los pies y la cabeza?”;“¿cómo le cortan la panza para que salga el bebé?”. ¿Y los chicos y chicas de 9 y 10 años qué nos preguntan? “¿Por qué la cosa de los varones es diferente de la de las nenas?”;“¿cómo se llaman bien los de los hombres y los de las mujeres?”; “¿El pito de los varones para qué sirve?”;“¿todos tenemos sexo desde que nacemos?”;“¿qué quiere decir que ya somos mujer?”; “¿por qué los papás son peludos y los chicos no?”;“¿cuándo empieza a salir la barba?”.
A modo de conclusión
La Educación Sexual colaborará en la educación integral de cada niño y niña; contribuirá en la formación de personas más responsables, más felices, más concientes de su propio cuerpo y de las posibilidades de goce y placer que éste les puede brindar. Entendemos la Educación Sexual como un derecho de niñas y niños; podrán colaborar familiares y docentes. En cada ámbito o entorno podrán adecuarse la información respecto a: ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿qué?, pero serán siempre complementarios e irrenunciables. Es nuestra intención contribuir a terminar con el silencio vergonzoso que sigue rodeando a la sexualidad. Para que los adultos y chicos mantengan su salud sexual deben conocer y seguir conductas no riesgosas y responsables: “qué sé y qué debo hacer en cada posibilidad de riesgo”. Hoy, la educación sexual es una exigencia que nos demandan los chicos y chicas, aunque su vocabulario no les permita reclamarla explícitamente. Depende de madres y padres, de docentes y de educadores sexuales no defraudarlos. Es una de nuestras grandes obligaciones.
Concepto de educación sexua!
 El sentido común ha dado en llamar "educación sexual" a la información que intencionalmente se le da a los niños y jóvenes sobre algunos aspectos de la sexualidad genital. Así, por ejemplo, educación sexual para los niños pequeños sería informarles de dónde vienen los niños, cómo se originan (para referir de manera simplificada al coito y los procesos de fertilización, embarazo y parto). Para los jóvenes, la anatomofisiología de los sistemas reproductores, los riesgos de las relaciones sexuales y cómo evitarlos, etcétera. Se puede decir que, desde la perspectiva del sentido común, la educación sexual es "adultocéntrica" pues está centrada en la genitalidad y deja de lado aspectos de la sexualidad que pasan por distintas necesidades según las etapas vitales de niños y jóvenes.

 

Datos sobre una encuesta:

            El 90% de los padres apoya la educación sexual en las escuelas

Más del 90% de los padres está de acuerdo con que sus hijos reciban educación sexual en las escuelas, mientras el embarazo adolescente es una realidad que puede vulnerar derechos y posibilidades a jóvenes, en hogares con creciente jefatura femenina.
Según datos aportados por la primera encuesta nacional sobre condiciones de vida de niñez y adolescencia (ECOVNA), la investigación, inédita para el país, fue elaborada por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el Fondo de Población para la Infancia de Naciones Unidas (Unicef), sobre la base de una encuesta desarrollada por el organismo internacional que se realizó ya en 100 países.

Además de profesionales de los entes responsables del monitoreo, participaron representantes de las universidades de Tres de Febrero y de La Matanza, que relevaron 23.000 hogares de localidades de 5.000 habitantes o más, lo que convierte al estudio en "único por sus características y por los datos que aporta", señaló Sebastián Waisgrais.

El economista es especialista en evaluación y monitoreo para Unicef y analizó para Télam algunos de los datos del estudio, que arrojó que cerca del 92% de las adolescentes no tiene hijos y asiste a la escuela, mientras que la mitad de las chicas que son mamás cursa el secundario.
Para el profesional, el estudio posibilita "ayudarnos a pensar dónde debemos seguir trabajando" y uno de los ejes es el embarazo adolescente.

"El embarazo en adolescentes es un resultado. No acepto que me digan que es una cuestión cultural. Tenemos una ley de educación sexual, y los datos nos muestran que más del 90% de los padres están de acuerdo con que sus hijos reciban información sobre sexualidad desde los 7 años", reflexionó el especialista.
Waisgrais reconoció que "hay rispideces" porque la implementación de la ley de educación sexual "cuesta" y el resultado "es que tenemos una gran cantidad de chicas que son mamás muy jóvenes, que abandonan el sistema educativo prematuramente, lo que las pone en desventaja".
A su vez, destacó "la importancia" de los programas estatales que fomentan que las chicas permanezcan en el sistema, pero "aparece la discriminación y otras cuestiones añadidas que generan que muchas de las mamás de entre 15 y 19 años queden afuera"
Para el profesional "hay un tema más difícil: las mamás de 12 a 15 años, porque ahí hay vulneración de derechos, que tiene que ver con que, en la mayoría de los casos, se trata de abusos por lo que es necesario incentivar las  medidas de protección".
Es precisamente la adolescencia "la que nos presenta el desafío más fuerte", enfatizó Waisgrais, ya que "no se logra romper la tendencia del abandono temprano del sistema educativo, más allá de que las políticas públicas lo tienen en agenda y en los últimos años brinda muchos elementos para la reinserción".
Para el representante de Unicef, la Asignación Universal por Hijo (AUH), "es una política excelente, pero los datos oficiales muestran que los adolescentes siguen saliendo del sistema educativo y esto les genera restricciones".
En este sentido, valoró los programas de los ministerios de Educación, Trabajo y de Desarrollo Social nacionales en lo que hace a capacitación, empleo, becas, contribuciones de la seguridad social, que "están fomentando retenerlos".
Con todo, opinó: "Tenemos que ser más imaginativos para comunicarnos con los adolescentes".
Un dato que el economista sumó al análisis es el de hogares con jefatura femenina, porque si bien el 70% de los chicos vive con el papá y la mamá, un tercio está a cargo de una mujer.
"Esta realidad nos ayuda a pensar con una mirada de género, a tener presente el tema del cuidado, de las oportunidades laborales para la mujer", señaló.
Además, el especialista destacó el hecho que tanto los cuidados prenatales como el acceso a los documentos nacionales de identidad (DNI) "son casi universales en el país" lo que es "un dato alentador".
En este sentido, Waisgrais recordó que una encuesta de la Universidad Católica Argentina había cuestionado el acceso a los DNI, pero "nuestra investigación demuestra que casi el 99% de los chicos lo tienen, y es el primer derecho que permite acceder a la identidad, a una prestación social, a la AUH. Hay un muy buen trabajo de los ministerio del Interior y Desarrollo Social en esta dirección".



Mapa mental : modulo 4





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