EDUCACIÓN SEXUAL
La Educación Sexual
La educación sexual debe ser incluida en el
aula o sala explícita y regularmente. ¿Por qué? Los chicos crecen, se
desarrollan, cambian sus preguntas, se preocupan. De manera tal que la
educación sexual debe ser permanente, habitual, tan natural como la
lecto-escritura. A ningún docente ni directivo de una escuela se le ocurriría
organizar la gran charla en tal grado, o invitar a un panel de especialistas en
cada ciclo escolar para explicarles las preposiciones a sus alumnos/ as.
¿Qué entendemos por sexualidad?
Nos vamos a referir a la sexualidad como un
concepto que integra la historia personal de cada individuo, incluyendo su
contexto histórico y sociocultural, sus cuerpos, sentimientos y emociones. Como
bien sabemos, los afectos, los deseos, las conductas sexuales, las fantasías
ocupan un espacio muy importante en la vida de las personas y de los grupos
sociales. De ahí, que no nos vamos a referir a la sexualidad como una función
solamente biológica.
Obviamente, los y las Homo sapiens somos
individuos sexuados desde el enfoque biológico, pero dentro del concepto de
sexualidad consideramos también los aspectos social, ético, psicológico y
sanitario. Consideramos “sexualidad” al conjunto de procesos emocionales y
comportamentales en relación al sexo; interviene en todas las etapas del ciclo
de vida de un individuo a lo largo de su desarrollo.
¿A qué edad comenzar la educación sexual de
los chicos y chicas?
Un bebé tiene la capacidad fisioló- gica y
psicológica que le permite obtener placer en el contacto táctil (piel a piel).
Así, su mucosa bucal y toda su piel en general, es sensible al contacto con
superficies cálidas y de textura suave. El bebé va construyendo su sexualidad a
partir de los contactos corporales (táctiles, visuales, auditivos, gustativos)
con la mamá (o en su defecto otro adulto-bebé). Por otra parte, los bebés de
ambos sexos, experimentan placer tocándose sus genitales. Entre los tres y
cuatro años los chicos y chicas juegan “al doctor” investigando cómo es su
amigo/ a de otro sexo. Se quieren mirar a sí mismos, y a sus amiguitos. Se trata
de un juego bastante común, que les permite interactuar y descubrirse. Los
chicos y chicas pueden y tienen derecho a aprender acerca de su cuerpo y su
sexualidad de manera seria y actualizada desde muy temprana edad.
¿Por
qué Educación Sexual en la familia? ¿Por qué Educación Sexual en la escuela?
Los chicos y chicas de 6 y 7 años, formulan
preguntas acerca de las diferencias entre los cuerpos de mujeres y varones,
entre sus cuerpos y el de su mamá o papá. Por ejemplo:¿por qué las nenas
tenemos tetas chiquitas y no tetas grandes como la de las mamás?”. También les
interesa “Su origen”: “¿Cómo nace el bebé en la barriga?”;“¿cómo es esa semilla
para que nosotros salgamos?”; “¿cómo se une mi hermanito al ombligo de mi
mamá?”;“¿cómo hace mi papá para meter la semillita en la panza de mi
mamá?”;“¿cómo le nacen los pies y la cabeza?”;“¿cómo le cortan la panza para
que salga el bebé?”. ¿Y los chicos y chicas de 9 y 10 años qué nos preguntan?
“¿Por qué la cosa de los varones es diferente de la de las nenas?”;“¿cómo se
llaman bien los de los hombres y los de las mujeres?”; “¿El pito de los varones
para qué sirve?”;“¿todos tenemos sexo desde que nacemos?”;“¿qué quiere decir
que ya somos mujer?”; “¿por qué los papás son peludos y los chicos
no?”;“¿cuándo empieza a salir la barba?”.
A modo de conclusión
La Educación Sexual
colaborará en la educación integral de cada niño y niña; contribuirá en la
formación de personas más responsables, más felices, más concientes de su
propio cuerpo y de las posibilidades de goce y placer que éste les puede
brindar. Entendemos la Educación Sexual como un derecho de niñas y niños;
podrán colaborar familiares y docentes. En cada ámbito o entorno podrán
adecuarse la información respecto a: ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿qué?, pero serán
siempre complementarios e irrenunciables. Es nuestra intención contribuir a
terminar con el silencio vergonzoso que sigue rodeando a la sexualidad. Para
que los adultos y chicos mantengan su salud sexual deben conocer y seguir
conductas no riesgosas y responsables: “qué sé y qué debo hacer en cada posibilidad
de riesgo”. Hoy, la educación sexual es una exigencia que nos demandan los
chicos y chicas, aunque su vocabulario no les permita reclamarla
explícitamente. Depende de madres y padres, de docentes y de educadores
sexuales no defraudarlos. Es una de nuestras grandes obligaciones.
Concepto de educación sexua!
El sentido común
ha dado en llamar "educación sexual" a la información que
intencionalmente se le da a los niños y jóvenes sobre algunos aspectos de la
sexualidad genital. Así, por ejemplo, educación sexual para los niños pequeños
sería informarles de dónde vienen los niños, cómo se originan (para referir de
manera simplificada al coito y los procesos de fertilización, embarazo y
parto). Para los jóvenes, la anatomofisiología de los sistemas reproductores,
los riesgos de las relaciones sexuales y cómo evitarlos, etcétera. Se puede
decir que, desde la perspectiva del sentido común, la educación sexual es
"adultocéntrica" pues está centrada en la genitalidad y deja de lado
aspectos de la sexualidad que pasan por distintas necesidades según las etapas
vitales de niños y jóvenes.
Datos sobre una encuesta:
El 90% de los padres apoya la educación sexual en las
escuelas
Más del 90% de los padres está de acuerdo con que sus hijos reciban
educación sexual en las escuelas, mientras el embarazo adolescente es una
realidad que puede vulnerar derechos y posibilidades a jóvenes, en hogares con
creciente jefatura femenina.
Según datos aportados por la primera encuesta nacional
sobre condiciones de vida de niñez y adolescencia (ECOVNA), la investigación,
inédita para el país, fue elaborada por el Ministerio de Desarrollo Social de
la Nación y el Fondo de Población para la Infancia de Naciones Unidas (Unicef),
sobre la base de una encuesta desarrollada por el organismo internacional que
se realizó ya en 100 países.
Además de profesionales de los entes responsables del
monitoreo, participaron representantes de las universidades de Tres de Febrero
y de La Matanza, que relevaron 23.000 hogares de localidades de 5.000
habitantes o más, lo que convierte al estudio en "único por sus
características y por los datos que aporta", señaló Sebastián Waisgrais.
El economista es especialista en evaluación y
monitoreo para Unicef y analizó para Télam algunos de los datos del estudio,
que arrojó que cerca del 92% de las adolescentes no tiene hijos y asiste a la
escuela, mientras que la mitad de las chicas que son mamás cursa el secundario.
Para el profesional, el estudio posibilita
"ayudarnos a pensar dónde debemos seguir trabajando" y uno de los ejes
es el embarazo adolescente.
"El embarazo en adolescentes es un resultado. No
acepto que me digan que es una cuestión cultural. Tenemos una ley de educación
sexual, y los datos nos muestran que más del 90% de los padres están de acuerdo
con que sus hijos reciban información sobre sexualidad desde los 7 años",
reflexionó el especialista.
Waisgrais reconoció que "hay rispideces"
porque la implementación de la ley de educación sexual "cuesta" y el
resultado "es que tenemos una gran cantidad de chicas que son mamás muy
jóvenes, que abandonan el sistema educativo prematuramente, lo que las pone en
desventaja".
A su vez, destacó "la importancia" de los
programas estatales que fomentan que las chicas permanezcan en el sistema, pero
"aparece la discriminación y otras cuestiones añadidas que generan que
muchas de las mamás de entre 15 y 19 años queden afuera"
Para el profesional "hay un tema más difícil: las
mamás de 12 a 15 años, porque ahí hay vulneración de derechos, que tiene que
ver con que, en la mayoría de los casos, se trata de abusos por lo que es
necesario incentivar las medidas de protección".
Es precisamente la adolescencia "la que nos
presenta el desafío más fuerte", enfatizó Waisgrais, ya que "no se
logra romper la tendencia del abandono temprano del sistema educativo, más allá
de que las políticas públicas lo tienen en agenda y en los últimos años brinda
muchos elementos para la reinserción".
Para el representante de Unicef, la Asignación
Universal por Hijo (AUH), "es una política excelente, pero los datos
oficiales muestran que los adolescentes siguen saliendo del sistema educativo y
esto les genera restricciones".
En este sentido, valoró los programas de los
ministerios de Educación, Trabajo y de Desarrollo Social nacionales en lo que
hace a capacitación, empleo, becas, contribuciones de la seguridad social, que "están
fomentando retenerlos".
Con todo, opinó: "Tenemos que ser más
imaginativos para comunicarnos con los adolescentes".
Un dato que el economista sumó al análisis es el de
hogares con jefatura femenina, porque si bien el 70% de los chicos vive con el
papá y la mamá, un tercio está a cargo de una mujer.
"Esta realidad nos ayuda a pensar con una mirada
de género, a tener presente el tema del cuidado, de las oportunidades laborales
para la mujer", señaló.
Además, el especialista destacó el hecho que tanto los
cuidados prenatales como el acceso a los documentos nacionales de identidad
(DNI) "son casi universales en el país" lo que es "un dato
alentador".
En este sentido, Waisgrais recordó que una encuesta de
la Universidad Católica Argentina había cuestionado el acceso a los DNI, pero
"nuestra investigación demuestra que casi el 99% de los chicos lo tienen,
y es el primer derecho que permite acceder a la identidad, a una prestación
social, a la AUH. Hay un muy buen trabajo de los ministerio del Interior y
Desarrollo Social en esta dirección".
Mapa mental : modulo 4
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